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La fotografía de retrato

Capturando la esencia de las personas

La fotografía de retrato es, sin duda, uno de los grandes géneros, todo un arte que requiere el equilibrio perfecto entre técnica y buen ojo. A menudo se piensa que retratar consiste únicamente en tomar una foto del rostro de una persona, con más o menos calidad. Nada más lejos de la realidad: consiste en capturar la esencia de una persona e inmortalizarla en un instante único.

En esta disciplina se tiene la posibilidad de profundizar y alcanzar varias dimensiones en una misma fotografía; es decir, conseguir que cuanto más tiempo pases observando un retrato, más capas se descubran de la persona que aparece en él. Esta peculiaridad es lo que hace al mismo tiempo atrayente y compleja esta técnica. No basta con conseguir una fotografía impecable de una persona desde el punto de vista técnico, en la fotografía de retrato hay que ir más allá.

La importancia de la comunicación

Por supuesto que la técnica es fundamental. El conocimiento, el equipo y la experiencia que aportamos los profesionales garantizan un muy buen trabajo. Sin embargo, un buen retratista también tiene que ser empático, observador y paciente. Estas tres características son fundamentales y deben ser el eje central de la comunicación entre él y la persona retratada.

Los buenos retratos surgen después de conocer y hablar con la persona que vamos a inmortalizar con nuestra cámara. Es la única manera de conseguir que confíe en nosotros y nuestro trabajo, que se relaje y se desinhiba. Solo en ese momento podremos pedirle que interactúe con la cámara y, a partir de ahí, acordar qué mensaje se quiere dar a través de ese retrato.

No hagas nada nuevo

El trabajo del retratista no consiste en innovar ni en ser el más original por obligación. Se trata de saber mirar y conseguir evocar un sentimiento a través de la conversación previa de la que os acabamos de hablar. Solo así se puede conseguir la expresión que refleje su verdadero estado de ánimo, algún aspecto de su personalidad o una emoción concreta. Y es que el retrato se basa en las emociones. Debemos implicarnos emocionalmente desde el principio.

Aspectos técnicos

¿Cómo vamos a transmitir ese mensaje? Hay varios factores a tener en cuenta. Veámoslos:

    • La luz: debemos planificar bien qué tipo de luz queremos utilizar. En fotografía de retrato la misma toma con diferente iluminación puede dar resultados muy diferentes. Si estamos buscando una atmófera divertida y alegre, la luz frontal es la mejor; si bucamos una atmósfera melancólica o de carácter íntimo o incluso agresiva, la luz lateral y las sombras que generan es la más apropiada. Con luz dura conseguiremos unos retratos impresionantes donde las sombras juegan un papel importante. Se verán totalmente negras y no grises.
    • El aire: es decir, el espacio en la fotografía. Siempre hay aire alrededor de la persona, ¿dónde es mejor ubicarlo? Existe algo llamado la ley de la mirada, que enuncia que toda persona que aparece en la foto debe tener más espacio libre por la parte delantera que por su parte posterior, independientemente del encuadre general de la fotografía. De esta manera se respeta la mirada del sujeto y se gana expresividad ya que incluye, aunque no aparezca en la fotografía, lo que esta mirando el personaje; estableciendo un diálogo entre el personaje y el espectador de la fotografía. He aquí un ejemplo:

    • El encuadre: los encuadres horizontales transmiten tranquilidad y los verticales transmiten fuerza. En un formato cuadrado, por otra parte, todo el peso está en la expresión, una foto con formato cuadrado siempre «se ve más».
    • El fondo: hay que decidir cuánto peso queremos que tenga el fondo, cómo vamos a hacer que se vea lo que hay detrás de la persona. Esto dependerá de la profundidad de campo.
    • El enfoque: siempre da buenos resutados enfocar a los ojos. En caso de una pose lateral, se puede poner el foco en el ojo más cercano al plano focal. Un buen truco que siempre nos funciona es enfocar al párpado inferior, resulta que cuando el ojo está fuera de foco nuestro cerebro no lo perciba ¡es imposible fijarse!
    • La lente: lo ideal en fotografía de retrato es utilizar lentes de focal largo, lo que ayuda a no tener que estar demasiado cerca de la persona retratada, que puede incomodar y además deformar el rostro. En Goncom recomendamos no bajar nunca de los 70mm ni pasar de los 100mm. Lo más común es utilizar una lente de 85mm.

    Diferencia entre fotografía de moda y fotografía de retrato

    Pensamos que es importante cerrar el artículo recordando la distinción esencial entre dos disciplinas que a menudo de solapan y se retroalimentan, pero que son muy difentes entre sí. Por un lado, el objetivo de la fotografía de moda es destacar la ropa, complementos o maquillaje del/la modelo o su actitud para crear la imagen de una marca. La finalidad es vender un producto. El retrato, por el contrario, destaca a la persona sin mayor pretensión que mostrarla tal y como es, con sus cualidades físicas y emocionales.

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