La fotografía deportiva
Os hablamos de cuánto disfrutamos la fotografía deportiva
Una de las disciplinas fotográficas más complejas es la fotografía deportiva, pero también es una de las que más nos apasionan. La emoción que se siente cuando se está en medio de la acción deportiva con la cámara (fuera del campo de juego, por supuesto), capturando el movimiento y sintiendo toda esa energía es difícil de explicar con palabras.
Velocidad y adrenalina
Cuando se asiste a un evento deportivo hay que tener asumido que existe un margen de imprevisibilidad mucho más amplio que en la fotografía de retrato, por ejemplo.
En la fotografía deportiva todo ocurre muy rápido y la atención del fotógrafo o la fotógrafa tiene que ser total. El rigor, la capacidad de reacción y la experiencia son claves para conseguir buenas imágenes.
Cualidades del fotógrafo
Un buen fotógrafo deportivo no solo tiene que contar con un equipo de primera: cámaras con una frecuencia de disparo alta, distancias focales largas, monopié… Además, es crucial que sepa cómo utilizarlo con eficiencia y que conozca la técnica en profundidad (obturación, autofoco, sensibilidad, efecto de movimiento…).
No obstante, hay otro aspecto que se debe dominar: el deporte que se está documentando. Conociendo las reglas del juego, su funcionamiento y los movimientos que podemos esperar por parte de los deportistas es la única manera de poder anticiparnos y adaptar nuestros reflejos a las necesidades del momento.
La práctica lo es todo
Como ocurre con todas las materias, practicar es la manera de crecer. La clave para conseguir buenas imágenes en movimiento es practicar, practicar y seguir practicando. La única forma de llegar lejos es cometiendo errores y siendo conscientes de ellos. ¡La autocrítica es un factor importante!
Por último, otro aspecto esencial en la fotografía deportiva es la propia mirada del fotógrafo. Cada persona tendrá la suya propia, solo hay que saber explorarla. La mejor manera de empezar a hacerlo es, como ya hemos comentado en otros artículos antes, entrenando el ojo. Ver y observar fotografías de profesionales, fijarnos en aquello que las hace especiales, diferentes y únicas.